Puedes encontrar muchísimas maderas, pero lo importante es conocer qué propiedades y qué color tiene la madera en cuestión. A priori, existen opciones como la madera de pino, que es muy utilizado para decoraciones rústicas; el abeto, que proporciona un aspecto clásico y tiene un color uniforme; o el roble, que da un toque de elegancia al lugar y unos tonos oscuros.

Si estás pensando en un revestimiento exterior de madera, elecciones como el alerce o ipé son muy comunes por su durabilidad. También podemos optar por el pino, aunque su aspecto no es tan atractivo.

Te aconsejamos a que busques la madera que más te cuadre porque cada una ofrece más nudos o menos nudos, colores más oscuros o más claros, como diferentes aspectos.

¿CÓMO COLOCAR EL REVESTIMIENTO DE PARED?

Esta es una cuestión personal, pero que viene bien abordar porque existen posibilidades muy atractivas. Podemos disponer el revestimiento de pared en madera de forma horizontal o vertical. De hecho, es posible combinar ambas orientaciones en una misma pared.

También hay opciones más modernas, como es el revestimiento tridimensional. Su colocación es más compleja, pero ofrece una visualización espectacular porque parece que hay piezas de madera que sobresalen mostrando cierto volumen.

Por último, encontramos disposiciones en diagonal que es muy peculiar, y la colocación a media altura. En esta última integramos la madera en el entorno, pero sin dejar que se adueñe de la pared entera. Es una solución interesante, sobre todo en relación al coste.

Los tipos de colocación se escogen no sólo a nivel estético, sino a nivel funcional. Atendiendo a las características del lugar, puede que nos venga mejor una disposición vertical u horizontal. Aquí entran muchos factores en juegos, como la decoración, la luz exterior, el tamaño de la pared o del lugar, etc.

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